domingo, 18 de marzo de 2012

Soy asi y nadie lo va a cambiar.

Me río, soy media tonta aunque yo creo que lo soy entera, hago bromas sin gracia, me trabo muchísimo, puedo llegar a ser muy pero que muy borde, mas de lo que puedes pensar, pero a la vez, puedo ser muy pero que muy cariñosa y quiero a la gente como no la va a querer nadie, porque por ellos puedo hacer cualquier cosa; cuando me siento rara, me dan ganas de llorar y he llorado en público y no me avergüenzo de ello, he hecho cosas realmente avergonzantes y de las cuales no me arrepiento, he estado horas sentada en mi habitación sin hacer nada más que escuchar esa misma canción mil veces; puedo amar y querer, puedo y creo que soy muy sensible, teniendo que hacerme una capa externa, para parecer un poco mas dura, aunque realmente me puedo desvanecer como ese anochecer más increíble. 

Hablo de lo que todos deberíamos hablar.

Hablo de pintarme los labios de rojo para dejar huella, de pintarme las uñas de colores fosforitos, pero siempre a juego con las uñas de mis pies. De maquillarme cada día de una manera, así probar y probar hasta dar con la que me queda mejor. De gritar si tengo ganas y de sonreír sin motivo aparente. De enfadarme si me dan motivos necesarios, de saltar y de hacer equilibrio en la acera de cualquier calle. De emocionarme cuando salte mi canción favorita. De mirar el cielo las veces que me dé la gana y de buscarle forma a las nubes. Hablo de encerrarme en mi dormitorio con la música a todo volumen, saltar en la cama y recorrerme la casa corriendo de punta a punta. De leer libros en cualquier parada de guaguas. De sacar la lengua por la ventanilla del coche, que el viento despeine mi melena lisa, de soñar despierta, de besarle en cualquier esquina, en cualquier portal, playa o plaza. De pensar en mí, hacer lo que me apetezca, cómo y cuando quiera. Porque si no lo haces tú, nadie lo hará. Hablo, de ser feliz. 

Cualquiera que sea ese lugar, si es contigo, es perfecto.

Paseando por las calles de Londres un día lluvioso o en medio de París en donde el amor se palpa. En medio de la India, montados a caballo por México o en medio de la Antártida en donde el frío parece nuestra segunda piel. Cualquier sitio del mundo, cualquiera de los miles de pueblos recónditos que hay sería idóneo para nosotros. No sé es si entiendes lo que te quiero decir, intento que entiendas que estemos donde estemos, en cualquier lugar del remoto mundo, en cualquier lugar del infinito, ese que me prometiste, en el sitio más insospechado; cualquiera que sea ese lugar, si es contigo, es perfecto. Que no importa la hora que sea, o que no conozcamos a nadie, porque sin ti cualquier sitio carece de sentido, porque puedo volar si hace falta, tocar el cielo con las manos si me lo pidieras, cualquier cosa haría si puedo tener a cambio el poder estar contigo en donde quiera. Que es verdad que el lugar no es importante mi amor, que con esto te digo que nada es mejor que nosotros mismos, lo que espero que entiendas es que si hace falta empezar de cero en medio de un desierto, yo lo haría si es contigo, que si hay que nadar bajo tierra, también lo haría. ¿Sabes?Realmente no importa el lugar del mundo en el que estemos, porque si es contigo, cualquier sitio me vale para ser feliz, cualquier sitio se convertiría en pequeño para mis ganas de vivir contigo; a cualquier sitio que fuéramos, cualquiera que eligieras para estar conmigo, sería perfecto sólo si estamos juntos.
  
+Quiero dormir del verbo contigo.
-Pero contigo no es un verbo.
+Ni dormir mi propósito.   

martes, 14 de febrero de 2012

Es él. Ese que en el momento menos esperado aparece y sin querer le sonríes. Ese que consigue que en vez de que te llamen por tu nombre te llame bipolar por tus múltiples cambios de humor. Ese que esperas de vez en cuando en alguna esquina a que vaya y nunca aparece. Ese que sabe cabrearte alguna vez u otra y te vuelve loca en cuestión de segundos. Ese que cuando te habla solo eres capaz de hacerle caso a sus ojos, a nada más. Ese del que te acuerdas muy a menudo y no aceptas que el acordarte de él no te guste, te encante. Ese por el que cuando sales por ahí te entran ganas de llamarle y al final nunca lo haces. Ese que todas las canciones te recuerdan a él. Ese por el que antes de hacer nada te lo piensas todo dos veces. Es él por el que sonries sin sentido alguno.
Tú dices que amas la lluvia, sin embargo usas un paraguas cuando llueve. Tú dices que amas el Sol, pero siempre buscas una sombra cuando brilla. Tú dices que amas el viento, pero cierras las ventanas cuando sopla.
Por eso es que tengo miedo cuando dices que me amas.